Qué es, qué funciones desempeña y cómo podemos cuidar de este importante aliado de nuestra salud.
Aquí y allá, en la web y en las revistas, probablemente nos hayamos topado con este término un tanto tenso. Microbiota intestinal. Me imagino las cejas fruncidas por la perplejidad, los ojos desplazándose por la primera línea del artículo hasta la mitad y luego pasando desganadamente al siguiente artículo.
Me doy cuenta de que microbiota no es un término atractivo. Parece algo aburrido, lejano, que no nos concierne… pero nada más falso. En los últimos años, la microbiota intestinal ha sido objeto de numerosos estudios e investigaciones: lo que se ha puesto de manifiesto es que, si está sana, también tiene efectos beneficiosos en todo nuestro organismo.
Por ello, en este artículo hacemos justicia a la populosa comunidad de pequeñas criaturas que viven en nuestro aparato digestivo. Descubriremos juntos qué es, qué beneficios aporta y cómo podemos cuidar nuestra microbiota intestinal.
La microbiota intestinal: ¿qué es?
En los anuncios podemos reconocerla fácilmente: ¡se la suele llamar -e impropiamente- flora bacteriana!
He aquí una definición sencilla:
La microbiota intestinal es el conjunto de microorganismos que habitan en el aparato digestivo, presentes principalmente en el intestino.
Dato curioso: tendemos a olvidarlo, pero es importante recordar que hay muchos seres vivos «extraños» que colonizan nuestro cuerpo. Así que no sólo hablamos del aparato digestivo, sino también de las zonas íntimas y la piel, por ejemplo. Se calcula que en un individuo sano el número de células de la microbiota es casi igual al número de células de nuestro cuerpo. No es moco de pavo, en resumen.
Estos microorganismos son nuestros aliados: desempeñan importantes funciones en nuestro cuerpo, como protegernos de agentes patógenos y ayudar a regular nuestros ritmos de sueño-vigilia. ¿Qué tipo de microorganismos pueblan nuestros intestinos? Estamos hablando de más de un billón de bacterias, virus, hongos y protozoos que se comunican entre sí continuamente y actúan como un solo organismo. Un poco espeluznante cuando lo dices así, ¿no? Pero no hay que temer, ¡hay que estar agradecidos de tenerlos con nosotros!
El origen de la microbiota
El momento en que nacemos y los primeros años de vida son importantes para sentar las bases de una microbiota que, a largo plazo, influye en la salud general y puede determinar la aparición de ciertos tipos de enfermedades. El parto natural es una ocasión importante: permite un mayor intercambio de microorganismos entre la madre y el bebé, con el desarrollo de una microbiota más rica.
Incluso durante la cesárea se produce contacto con los microorganismos de la madre, pero sólo con los que habitan en su piel; sólo el parto natural permite intercambios con la microbiota intestinal y vaginal. Por el mismo principio, lalactancia materna es un paso importante en la formación de la microbiota.
¡No sólo por mamá!
Como veremos en la siguiente sección, la microbiota materna no es la única influencia en la formación de la microbiota. El contacto con microorganismos ambientales también es importante y contribuye al desarrollo de un buen sistema inmunitario en el recién nacido. Proceden de los animales, el entorno natural, otras personas o los alimentos.
¿La microbiota es la misma para todos?
La microbiota intestinal cambia en función dela edad y de diversos factores, como el entorno y la dieta, que, a lo largo de un día, pueden alterar transitoriamente gran parte de su composición. Una característica importante es su resiliencia, es decir, su capacidad de adaptarse a los cambios del entorno o de la dieta para desempeñar correctamente sus funciones.
La microbiota de cada persona es, a todos los efectos, «única «, precisamente porque depende de muchos factores. Basta decir que ni siquiera los gemelos homocigóticos tienen la misma microbiota intestinal. La diversidad de microorganismos y la cantidad de las distintas especies que componen la microbiota intestinal dependen de varios factores:
- las personas con las que entra en contacto
- el lugar donde vive
- su patrimonio genético
- el tipo de parto y lactancia que ha experimentado
- el estilo de alimentación que sigue
- estilo de vida (deporte, tabaquismo, alcohol, consumo de drogas…)
¿Qué funciones desempeña la microbiota?
Elser humano y los microorganismos de su intestino han suscrito un contrato de cohabitación permanente. De hecho, somos simbiontes: somos el inquilino que trabaja para traer comida a casa, mientras ellos se ocupan de las tareas domésticas, ayudándonos tanto que somos indispensables para nuestro estado de salud.
Veamos cuáles son las funciones de la microbiota, sin pretender ser exhaustivos. Si quisiéramos entrar en detalles, las funciones serían tantas que nos llevaría demasiado tiempo. Mi intención aquí es resumir las principales funciones, que pueden dividirse en tres categorías:
Funciones metabólicas
Las bacterias son de gran ayuda durante la digestión:
- ayudan en las últimas etapas del metabolismo de los hidratos de carbono y las proteínas, convirtiéndolos en sustancias útiles para el organismo
- producen vitaminas K y B12
- sintetizar aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas
Funciones estructurales
Los microorganismos presentes en la microbiota ayudan a construir las vellosidades y las células de las paredes intestinales, que son esenciales para la protección del organismo y la digestión.
Funciones de protección
Al colonizar las paredes intestinales, la microbiota nos ayuda a luchar contra los agentes patógenos. También produce sustancias que pueden protegernos de la inflamación y de la aparición de ciertos tipos de cáncer. Las paredes intestinales también están recubiertas de una gruesa capa de mucosidad, que impide que bacterias potencialmente peligrosas y otras materias extrañas entren en el torrente sanguíneo. Nuestro sistema inmunitario también está estrechamente vinculado a la microbiota intestinal: de hecho, el 70-80% de las células inmunitarias de nuestro organismo se encuentran en el intestino.
A continuación, la microbiota también influye en varios órganos alejados del intestino debido a las sustancias que produce, que llegan a distintas partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo. Algunos ejemplos son el hígado, el sistema cardiovascular, el sistema nervioso y el sistema endocrino.
He aquí un par de funciones más que desempeña la microbiota:
- Ciertos ácidos grasos producidos por las bacterias intestinales mantienen el intestino sano protegiéndolo de la inflamación y elcáncer.
- Ciertas sustancias producidas por la microbiota intestinal parecen estar implicadas en la regulación del apetito y elaumento de peso.
Microbiota intestinal y cerebro: ¿qué relación?
No es casualidad que se diga que elintestino -o vientre- es nuestro segundo cerebro, pero ¿cuál es la relación entre microbiota y cerebro? La microbiota intestinal está influida por muchos factores, como la dieta, el ejercicio y la ingesta de medicamentos. A su vez, la microbiota produce sustancias que actúan sobre el Sistema Nervioso Central. A través del nervio vago y del sistema sanguíneo, estas sustancias llegan al cerebro, donde pueden influir enel estado de ánimo y en determinados comportamientos instintivos. Varios estudios señalan que pueden actuar sobre el miedo, el estrés y comportamientos alimentarios como la anorexia y la obesidad.
Estudios en roedores y humanos sugieren que los cambios en la composición de la microbiota intestinal pueden influir en las funciones cognitivas. La administración de probióticos, en particular Bifidobacterium y Lactobacillus, parece haber tenido efectos prometedores sobre el estrés, la ansiedad y la depresión tanto en estudios con animales como con humanos. Varios estudios examinan actualmente si la composición de la microbiota intestinal puede ayudar a predecir la susceptibilidad de un individuo al estrés. Sin embargo, esta investigación necesita tiempo para aclararse.
¿Cómo cuidamos la microbiota?
Vayamos al grano: ¿qué define una microbiota sana? En general, una elevada diversidad de la microbiota intestinal, es decir, la presencia de muchas cepas microbianas diferentes, es un buen indicador de salud. Recuerde, sin embargo, que no puede existir una microbiota ideal que sea igual para todos debido a las características individuales, incluida la genética.
Enfermedades como la obesidad y las enfermedades inflamatorias intestinales, pero también enfermedades inmunológicas y metabólicas, se han asociado a estados de desequilibrio en la microbiota intestinal. Aunque todavía se están realizando estudios para entender hasta qué punto estas condiciones pueden ser la causa o la consecuencia, podemos intentar cuidar la comunidad de microorganismos que nos habita. ¿Cómo hacerlo? He aquí algunas directrices generales:
- seguir una dieta rica en verduras y frutas, y en general tener una ingesta correcta de todos los grupos de alimentos es sin duda el primer paso
- limitar los alimentos ricos en grasas es una buena manera de prevenir los estados inflamatorios intestinales, enemigos de la microbiota
- practicar deporte, llevar un estilo de vida activo
- intente evitar el tabaco y las bebidas alcohólicas en la medida de lo posible
- el uso de probióticos y prebióticos puede ser un aliado en este escenario equilibrado, junto con el uso correcto de antibióticos (y sólo bajo prescripción médica)
Fuentes:
⦁ https://www.issalute.it/index.php/la-salute-dalla-a-alla-z-menu/f/flora-intestinale-microbiota-e-microbioma
⦁ https://www.fondazioneveronesi.it/magazine/articoli/lesperto-risponde/microbiota-intestinale-in-che-modo-puo-influenzare-la-salute
⦁ Y. Ogawa et al., 2020. ⦁ La depleción de la microbiota intestinal por tratamiento crónico con antibióticos altera la arquitectura del sueño/vigilia y los espectros de potencia del EEG del sueño en ratones. Sci Rep 10 (1).
⦁ https://microbioma.it/neuroscienze/asse-intestino-cervello-una-review-per-capire-a-che-punto-siamo-arrivati/
⦁ John F. Cryan et al. 2019 ⦁ El eje microbiota-intestino-cerebro