Microbios en la boca y enfermedades respiratorias: ¿existe una correlación?

Los microorganismos que viven en la cavidad bucal están relacionados con nuestra salud: no sólo la de la propia boca, sino muy probablemente también la de nuestro sistema respiratorio.

Hace poco tuve la oportunidad de leer y estudiar una reseña de 2022 que habla de esta misma correlación1. En el mundo de la literatura científica, una revisión es un artículo que no se escribe a partir de un único trabajo de investigación experimental, sino que hace una revisión de un gran número de otros artículos experimentales sobre un tema determinado, para presentar el estado de la cuestión sobre ese tema y hacer balance de toda la información que tenemos o no sobre él2.

Esta revisión analiza la literatura científica sobre laimportancia del microecosistema bucal para nuestra salud respiratoria.

¿Qué es el ecosistema bucodental y de qué se compone?

En las ciencias naturales, el concepto de«ecosistema» comprende dos componentes estrechamente relacionados: una comunidad de organismos vivos y el medio físico en el que viven. Por tanto, aplicando esta definición a la boca, podemos decir que elecosistema bucal incluye todas las estructuras anatómicas de la boca (dientes, encías, mucosas…), la saliva, los microorganismos que viven en estas superficies y sus interacciones. Así, una parte fundamental del ecosistema bucal, la parte viva, es precisamente la microbiota que lo habita, es decir, el conjunto de todos aquellos microorganismos, tanto eucariotas como procariotas que están presentes en muy gran número y variedad sobre y dentro de nuestro cuerpo3.

La microbiota oral comprende 700 especies de bacterias, 100 especies de hongos (incluidas levaduras como Candida) y también virus. Estos microorganismos entran en nuestra boca a través de la introducción de aire, alimentos u objetos que nos llevamos a la boca. Algunos de ellos se adhieren a las superficies formando biopelículas, complejos agregados de microbios envueltos en una matriz pegajosa y protectora (un ejemplo de biopelícula en la cavidad bucal es la placa, que puede mineralizarse y convertirse en sarro, llegando a dañar el esmalte dental y dando lugar a caries o periodontitis). Estas biopelículas protegen a los microorganismos de los cambios del entorno, los fármacos y la acción de nuestro sistema inmunitario.

Microbiota oral y sistema respiratorio: ¿cómo interactúan?

Las distintas especies microbianas que habitan en nuestra cavidad bucal están en equilibrio entre sí. Algunas mantienen entre sí una relación mutualista, es decir, coexisten en una simbiosis de la que todas las partes se benefician; otras especies son antagonistas, es decir, intentan perjudicarse mutuamente, por ejemplo, liberando sustancias nocivas; otras especies simplemente compiten por los mismos recursos. La alteración de este delicado equilibrio puede provocar alteraciones en la microbiota o la migración de microorganismos a otros distritos, por ejemplo a la sangre o al tubo digestivo4,5.

La cavidad bucal y las vías respiratorias pueden intercambiar microbios de muchas maneras. La respiración ya es suficiente para enviar los microbios del aire o de la boca a los pulmones. Además, la inhalación accidental de saliva, la inserción de cánulas traqueales con fines médicos y la tos contribuyen al intercambio de microflora en sentido contrario.

Como prueba de estos intercambios recíprocos, los investigadores han encontrado fuertes conexiones entre los microorganismos que habitan en nuestra cavidad bucal y los de nuestras vías respiratorias, destacando el parentesco genético entre las distintas cepas6.

Enfermedades respiratorias causadas por una mala salud bucodental

Los microorganismos de la cavidad bucal, si llegan a los pulmones, pueden tener unaacción patógena, es decir, causar una enfermedad, o pueden favorecer la entrada de otras especies patógenas. Además, la boca puede actuar como depósito de un gran número de microorganismos patógenos respiratorios que permanecen a la espera del momento adecuado para colonizar nuestras vías respiratorias.

Se ha descubierto que enfermedades como la neumonía, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (también conocida como EPOC), el cáncer de pulmón y la fibrosis quística están asociadas a cambios en la microflora de la cavidad bucal.

La reseña continúa enumerando diversas enfermedades que parecen estar relacionadas con una disbiosis de la cavidad bucal, es decir, una condición de desequilibrio entre las especies microbianas de la boca, incluidas las enfermedades relacionadas con infecciones por patógenos, tales como neumonía o la fibrosis quística, sino también enfermedades obstructivas, como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (en la jerga, EPOC) y elasma, e incluso el cáncer de pulmón. En el caso de algunas de estas enfermedades, existen pruebas bastante convincentes de su relación con la microbiota bucal, mientras que en el caso de otras aún debe investigarse más a fondo7,8,9,10.

No obstante, siempre es bueno recordar que, como dicen los ingleses,«correlation is not causation«, es decir, que el mero hecho de que dos fenómenos ocurran simultáneamente no significa automáticamente que uno sea la causa del otro. Hay que ser cauteloso y comprobar si existen mecanismos por los que un acontecimiento pueda causar el segundo, es decir, en este caso comprobar si y cómo la disbiosis oral puede causar enfermedades respiratorias.

Es precisamente este tema el que se aborda en la segunda parte de la revisión, en la que también se repasan otros factores que pueden afectar negativamente al equilibrio del ecosistema bucodental, así como las líneas de defensa que tenemos contra los patógenos y las estrategias que ponen en marcha para evitarlos.

¿Le interesa saber más sobre estos temas? Si es así, ¡no se pierda el próximo artículo!


1 Dong, J., Li, W., Wang, Q., Chen, J., Zu, Y., Zhou, X., & Guo, Q. (2022). Relaciones entre el microecosistema oral y las enfermedades respiratorias. Fronteras de las biociencias moleculares, 8, 718222. https://doi.org/10.3389/fmolb.2021.718222

2 Ya hemos hablado de la literatura científica en este artículo

3 Hablamos de eucariotas y procariotas en este artículo

4 Parahitiyawa, N. B., Jin, L. J., Leung, W. K., Yam, W. C., & Samaranayake, L. P. (2009). Microbiología de la bacteriemia odontogénica: más allá de la endocarditis. Clinical microbiology reviews, 22(1), 46-64. https://doi.org/10.1128/CMR.00028-08

5 Seedorf H., Griffin N. W., Ridaura V. K., Reyes A., Cheng J., Rey F. E., et al. (2014). Bacterias de diversos hábitats colonizan y compiten en el intestino del ratón. Cell 159, 253-266. 10.1016/j.cell.2014.09.008

6 Bassis, C. M., Erb-Downward, J. R., Dickson, R. P., Freeman, C. M., Schmidt, T. M., Young, V. B., Beck, J. M., Curtis, J. L., & Huffnagle, G. B. (2015). Análisis de la microbiota del tracto respiratorio superior como fuente de la microbiota pulmonar y gástrica en individuos sanos. mBio, 6(2), e00037. https://doi.org/10.1128/mBio.00037-15

7 Bágyi, K., Klekner, A., Hutóczki, G., y Márton, I. (2006). Papel de la flora bucal en la patogénesis de la neumonía por aspiración. Fogorv Sz 99, 205-212.

8 Bensel, T., Huse, A., Borneff-Lipp, M., Wollschläger, B., Bekes, K., Setz, J., et al. (2010). Las bolsas periodontales como fuentes potenciales de infección pulmonar por fibrosis quística. J. Fibrosis Quística 9, S38. doi:10.1016/s1569-1993(10)60147-6

9 Zhou, X., Wang, J., Liu, W., Huang, X., Song, Y., Wang, Z., et al. (2020). Periodontal Status andMicrobiologic Pathogens in Patients with Chronic Obstructive Pulmonary Disease and Periodontitis: A Case-Control Study. Copd 15, 2071-2079. doi:10.2147/ copd.s266612

10 Maddi, A., Sabharwal, A., Violante, T., Manuballa, S., Genco, R., Patnaik, S., et al. (2019). El microbioma y el cáncer de pulmón. J. Thorac. Dis. 11, 280-291. doi:10.21037/jtd.2018.12.88

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