En el artículo«Probióticos: ¿qué hay detrás de este nombre?» partíamos de una pregunta muy interesante: ¿qué papel pueden desempeñar los probióticos en la curación o prevención de enfermedades? ¿Su acción es exclusivamente intestinal?
Para responder a estas preguntas, tenemos que aprender a orientarnos entre las investigaciones publicadas en revistas académicas especializadas, lo que en conjunto se denomina «literatura científica». Y eso puede no ser fácil. Veamos por qué.
¿Son buenos los probióticos para la salud? Los artículos científicos individuales no bastan
Se ha escrito mucho sobre los probióticos . Una búsqueda con la palabra clave«Probiotics» en PubMed (un motor de búsqueda gratuito de literatura científica de interés biomédico)1 arroja 31976 resultados2. Si probamos a buscar con Google Scholar (un motor de búsqueda de literatura académica)3 ¡los resultados llegan incluso a 430.000! Quizá demasiados.
Podemos intentar afinar la investigación, limitándola a artículos que también hablen de beneficios para la salud. Por lo tanto, utilizamos«Beneficios de los probióticos para la salud» como clave de búsqueda. Ahora los resultados en PubMed bajan a «sólo» 1642 (114 mil en Scholar). No sé tú, pero yo no puedo leer 1600 artículos científicos para ver si la comunidad científica tiene la respuesta a mi pregunta. Nos vendría bien un poco de ayuda.
Afortunadamente, algunos científicos se encargan de leer los artículos científicos por nosotros y nos ayudan a orientarnos en esta maraña de información. Así es como las revisiones (más conocidas por el término revisión ).
Cuando se trata de temas relacionados con la medicina y las terapias, además de los artículos científicos individuales, hay que tener en cuenta los ensayos clínicos, es decir, los protocolos de pruebas en seres humanos cuyo objetivo es determinar laeficacia y los posibles efectos secundarios de un medicamento o tratamiento. En estos casos, las revisiones sistemáticas y los metaanálisis son las revisiones que analizan y resumen las investigaciones individuales.
En ocasiones, los artículos científicos o los ensayos clínicos pueden arrojar resultados contradictorios. Esto puede depender de cómo se realizaron los experimentos o de cómo se interpretaron los resultados. Por eso, al escribir una reseña, hay que tener en cuenta todos los parámetros y tratar de destacar la información que se desprende de la investigación, considerada en su conjunto.
Probióticos y ensayos clínicos: revisiones de la Colaboración Cochrane
Si, durante un paseo por un bosque, nos perdiéramos, para entender mejor dónde estamos y decidir qué camino tomar, sería útil subir un poco más alto para tener una visión más amplia. Incluso en la ciencia, hay quien hace este trabajo, analizando de forma imparcial y objetiva el panorama de los ensayos clínicos realizados sobre un determinado tema. La Colaboración Cochrane es una prestigiosa iniciativa internacional que elabora y publica revisiones sistemáticas de la máxima calidad y rigor científico sobre la eficacia y seguridad de las intervenciones sanitarias.
Si miramos en el Biblioteca Cochrane4 lo que surgió de las numerosas ensayos clínicos sobre probióticos nos damos cuenta de dos cosas; la primera es que eran probado en muchas enfermedades y trastornoseczema, cólicos, fibrosis quística, enfermedad de Crohn, neumonía, diarrea, parto prematuro, otitis, infecciones respiratorias, enfermedades hepáticas, diabetes gestacional y muchas otras. Esto significa que se obtuvieron resultados positivos en pruebas de laboratorio y con animales, lo que motivó la ampliación de la investigación también a los seres humanos. Lo segundo que llama la atención es que, en muchos casos, la conclusión del equipo de revisión es que se necesitan más estudios. ¿Por qué?
Las normas que deben cumplir los revisores Cochrane al evaluar los ensayos clínicos son muy estrictas y sirven para garantizar que los estudios clínicos se realizan con el debido rigor científico, de modo que la información resultante esté respaldada por pruebas experimentales sólidas. Por eso lo controlan todo al detalle, incluso los criterios según los cuales se elige a los pacientes para incluirlos en el estudio. En resumen, ¡pisan muy ligero! Y hacen bien, porque de su revisión suelen salir consejos terapéuticos: ¿utilizamos o no esta terapia para tratar una determinada enfermedad? Más vale ser prudente cuando la salud está en juego.
Una cuestión de cantidad, pero también de calidad: la necesidad de estudios uniformes
En esencia, por lo tanto, hoy en día la comunidad científica no tiene dudas sobre lautilidad de los probióticos en el tratamiento de ciertos trastornos (sobre todo gastrointestinales). Para otras enfermedades, sin embargo, el mensaje de los estudios clínicos y las revisiones es que se necesitan más estudios. Y no sólo más estudios, sino mejor realizados.
Hasta ahora, de hecho, los diversos ensayos clínicos han utilizado diferentes tipos de probióticos, diferentes dosis, diferentes duraciones de tratamiento… en resumen: los ensayos no se han realizado de manera uniforme, por lo que es difícil unificar los resultados de estudios tan variados. Algunos estudios ni siquiera especifican la cepa bacteriana utilizada. Sin embargo, se ha demostrado que elefecto de los probióticos es extremadamente específico de cada cepa: con el mismo género y especie, una cepa bacteriana puede tener efectos biológicos que otra cepa «hermana» no tiene.
Nuestra microbiota intestinal es extremadamente compleja: comprende más de 1000 especies diferentes de microorganismos, y además cambia mucho entre individuos sanos, especialmente entre los niños. Por lo tanto, es importante que quienes realicen estudios clínicos no compliquen aún más las cosas. Una revisión indica que en los 23 estudios clínicos examinados se utilizan 9 definiciones diferentes de diarrea. Entonces, ¿cómo se puede esperar que estos datos concuerden entre sí?5 El uso de definiciones normalizadas es importante.
Del mismo modo, es importante normalizar los métodos de análisis de los resultados, en particular los síntomas y beneficios declarados. De este modo, cada estudio individual realizado a nivel local podría convertirse en una tesela dentro de un mosaico de alcance global, con la imagen de conjunto cada vez más clara.
Conclusión: resultados positivos, pero se necesita más tiempo
En resumen, para poder dar una respuesta clara a las preguntas que nos hacíamos al principio del artículo, tenemos que esperar. Dado que los estudios científicos rigurosos sobre los probióticos no han comenzado hasta hace poco, todo está en fase de cambio. Por lo tanto, lleva tiempo poder recopilar datos que puedan fusionarse, evaluarse y compararse para llegar a un consenso de la comunidad científica sobre un tema determinado.
En previsión de estos resultados, la investigación científica en laboratorios de todo el mundo sigue estudiando los efectos de los probióticos sobre el bienestarintestinal6, la defensa inmunitaria contra los virus respiratorios7,8,9, la modulación de la respuesta inflamatoria10 y otras patologías. Los resultados de las investigaciones realizadas en modelos animales son alentadores y arrojan luz sobre la compleja relación entre la microbiota y el resto del organismo, un campo de estudio sumamente complejo y fascinante.
Si estos resultados se confirmaran también mediante ensayos meticulosos en humanos, podríamos esperar encontrar en los probióticos pequeños aliados valiosos para el mantenimiento de nuestro bienestar y la prevención o el tratamiento de ciertas enfermedades.
FUENTES UTILIZADAS:
[1] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/
[2] Resultados de la investigación realizada el 19/04/2021
[3] https://scholar.google.it/
[4] https://www.cochranelibrary.com/
[5] Parker EA, Roy T, D’Adamo CR, Wieland LS. Probióticos y afecciones gastrointestinales: Una visión general de las pruebas de la Colaboración Cochrane. Nutrition. 2018;45:125-134.e11. doi:10.1016/j.nut.2017.06.024
[6] Salva S, Nuñez M, Villena J, Ramón A, Font G, Alvarez S. Desarrollo de una leche fermentada de cabra que contiene Lactobacillus rhamnosus: estudio in vivo de los beneficios para la salud. J Sci Food Agric. 2011 Oct;91(13):2355-62. doi: 10.1002/jsfa.4467.
[7] Tomosada Y, Chiba E, Zelaya H, Takahashi T, Tsukida K, Kitazawa H, Alvarez S, Villena J. Nasally administered Lactobacillus rhamnosus strains differentially modulate respiratory antiviral immune responses and induce protection against respiratory syncytial virus infection. BMC Immunol. 2013 Aug 15;14:40. doi: 10.1186/1471-2172-14-40.
[8] Chiba E, Tomosada Y, Vizoso-Pinto MG, Salva S, Takahashi T, Tsukida K, Kitazawa H, Alvarez S, Villena J. Immunobiotic Lactobacillus rhamnosus improves resistance of infant mice against respiratory syncytial virus infection. Int Immunopharmacol. 2013 Oct;17(2):373-82. doi: 10.1016/j.intimp.2013.06.024
[9] Clua P, Kanmani P, Zelaya H, et al. Peptidoglycan from Immunobiotic Lactobacillus rhamnosus Improves Resistance of Infant Mice to Respiratory Syncytial Viral Infection and Secondary Pneumococcal Pneumonia. Front Immunol. 2017;8:948. doi:10.3389/fimmu.2017.00948
[10] Zelaya H, Tsukida K, Chiba E, Marranzino G, Alvarez S, Kitazawa H, Agüero G, Villena J. Immunobiotic lactobacilli reduce viral-associated pulmonary damage through the modulation of inflammation-coagulation interactions. Int Immunopharmacol. 2014 Mar;19(1):161-73. doi: 10.1016/j.intimp.2013.12.020.
Roberto Cighetti
Bioquímico