El yogur es, sin duda, elalimento fermentado más popular del mundo. Lo consumen adultos y niños por igual en el desayuno, como tentempié y también se adapta perfectamente a recetas dulces o saladas más complejas.
Alimento sabroso, nutritivo y saludable, existen muchos tipos de yoguren el mercado, que se diferencian principalmente porsu origen (animal o vegetal) y por su contenido en grasas y azúcares: esto es lo que hay que saber sobre la historia, las propiedades y los usos de este producto.
Historia del yogur
La historia del yogur tiene raíces muy lejanas: se dice que ya lo consumían los pastores de Asia Central en el siglo VI antes de Cristo. Según algunos escritos antiguos, los griegos la utilizaban junto con la miel, mientras que los romanos, aunque la conocían, la consideraban un hábito alimenticio de los pueblos bárbaros.
Popular en el mundo oriental, el yogur empezó a darse a conocer a principios del siglo XX, cuando llamó la atención de algunos investigadores científicos.
Gracias a un estudio por el microbiólogo Stame Grigorov, el yogur pasó a ser objeto de investigación del inmunólogo Il’ja Ilyich Mečnikov, biólogo ruso, alumno de Pasteur y Premio Nobel de Medicina en 1908, que se interesó por los procesos de envejecimiento de las poblaciones caucásicas y encontró en este producto un fuente de longevidad.
Su trabajo de identificación de las propiedades saludables de los lactobacilos del yogur fue, a todos los efectos, revolucionario, porque difundió la tendencia al consumo de yogur en Europa, culminando con el establecimiento de la primera planta de producción industrial en 1919.
Qué es el yogur y cómo se produce
El yogur es el producto de la fermentación de la leche, una antigua práctica creada para conservarla, sin restarle el suero. La fermentación se produce por la acción de dos bacterias lácticas específicas de uso alimentario que son el Streptococcus Thermophilus y el Lactobacillus Bulgaricus.
Este proceso provoca la descomposición de la lactosa, el azúcar de la leche, en ácido láctico, razón por la cual el yogur tiene ese típico sabor agrio y suele ser tolerado incluso por los intolerantes o sensibles a la lactosa. Gracias al proceso de fermentación, las proteínas de la leche también se hacen más digeribles.
Según el Ministerio de Sanidad, el yogur, cuando se consume, debe contener al menos 10 millones de microorganismos vivos por gramo y 1 millón de ellos debe pertenecer a una de las dos especies características del yogur.
Benefici e proprietà nutrizionali dello yogurt
Es un producto que se utiliza mucho no sólo por su sabor y versatilidad, sino también por la beneficios y nutrientes que aporta proteínas, calcio, vitaminas A, E, K y vitaminas del grupo B. Las enzimas del yogur facilitan la digestiónayudan a prevenir determinadas infecciones relacionados con el colon y aumentar nuestra defensas inmunitarias.
Las enzimas lácteas presentes en el yogur tienen un alto efecto probiótico, es decir, llegan vivas y activas a nuestro intestino y se multiplican allí, reforzando nuestra microflora intestinal y contribuyendo al bienestar de todo el organismo.
Las bacterias lácticas del yogur también nos ayudan a evitar el desagradable efecto de vientre hinchado. Otro aspecto que no debe subestimarse es que el yogur induce una sensación de saciedad y tiene un efecto favorable sobre el control de la glucemia.
Cómo utilizar el yogur en la cocina: recetas y dosis recomendadas
El yogur natural, el clásico yogur blanco, se compone sólo de dos ingredientes: leche, entera o desnatada, y las enzimas lácteas Streptococcus Thermophilus y Lactobacillus Bulgaricus.
Por su sencillez y versatilidad es un ingrediente básico de cocinapuede utilizarse solo, junto con fruta seca o fresca para un desayuno o una merienda sanos y sabrosos, como sustituto de la leche para preparar un tarta o galletas, o para crear salsas ligeras como sustituto de la mayonesa clásica.
Como con cualquier tipo de alimento, es aconsejable consumir yogur con moderación y salvo que existan intolerancias o enfermedades específicas. Las directrices de la Sociedad Italiana de Nutrición Humana recomiendan de 1 a 3 raciones de leche y yogur al día: la ración de referencia equivale a 125 ml.