Fundada en 1992, la familia Malatin puso en marcha una lechería en Hriňová, que ya funcionaba en 1993. A lo largo de los años, han ampliado la producción, introducido medidas de calidad y seguridad y diversificado sus productos, incluidas las exportaciones. A principios de la década de 2000 se produjeron cambios en los métodos de venta y se constituyó una nueva entidad jurídica.
Entre los principales avances cabe citar el cumplimiento de las normas de la UE en 2004, que condujo a la reestructuración y la automatización. Se establecieron colaboraciones en Hungría y una sucursal en Rumanía.
Los cambios significativos en 2010 fueron la interrupción de la producción de Ricotta, el desarrollo de la tecnología de productos secos y la ampliación de las instalaciones. La empresa ha obtenido certificaciones ISO y ha introducido complementos alimenticios. En 2018 se trasladaron, consiguieron la certificación Halal y en 2020 lograron la certificación de gestión medioambiental.
En los últimos años, en 2021 se puso en marcha una nueva fábrica de mantequilla, una estación de pasteurización automatizada y un cambio de diseño inspirado en el paisaje de Podolia, simbolizado por un trébol de cuatro hojas en toda la línea de productos.
