¿Dónde va la leche en la nevera? ¿En qué estantería pongo las sobras? ¿Y las salsas? ¿Existe algún método para colocar los alimentos en el frigorífico?
En los últimos años he llevado una vida nada sedentaria. En mi currículum figuran seis traslados a tres regiones distintas y uno al extranjero… ¡en siete años! Pero, ¿qué tiene eso que ver? En resumen, mis numerosos viajes me han permitido conocer a muchas personas, parejas y familias. Hermosos encuentros que llevo en el corazón y que me permitieron entrar en diferentes hogares, sentarme a la mesa para compartir buenos momentos y… asomarme a las neveras. No, no soy una entrometida -quizá un poco, vale-, pero me he dado cuenta de una cosa: mucha gente no utiliza bien el frigorífico.
En este artículo repasamos las reglas del buen uso de los frigoríficos: obtendremos una serie de beneficios «invisibles» pero realmente valiosos. En verano, pues, con la subida de las temperaturas… ¡valen el doble!
¿Por qué debería aprender los secretos de la conservación de alimentos?
Utilizar el frigorífico correctamente tiene sus ventajas:
- consumir menos energía: nuestras facturas serán más bajas y el medio ambiente nos lo agradecerá;
- nuestra comida durará más;
- limita al mínimo la contaminación y la propagación de bacterias y mohos.
¿Cómo debo colocar los alimentos en el frigorífico?
Casi todo el mundo cae aquí… ¿y tú? ¿Estás seguro de haber colocado cada alimento en el compartimento correcto? Antes, sin embargo, tenemos que asegurarnos de que almacenamos nuestros alimentos adecuadamente. Los productos sueltos y las sobras deben guardarse en recipientes herméticos. También podemos envolverlos en envoltorios especiales hechos con cera de abeja, que pueden reutilizarse y nos ahorran el uso de papel de aluminio y film transparente. Otra precaución importante es no meter los alimentos en el frigorífico mientras estén calientes. Espere a que se enfríen, para que el frigorífico no tenga que consumir energía para ello en lugar de tiempo, que es gratis.
NOTA: para entender la lógica con la que deben colocarse los alimentos en el frigorífico, recuerde que el aire del interior del aparato circula. Podemos ajustar la temperatura a 4 °C, pero como en cualquier otra habitación, elaire caliente irá hacia arriba y el frío hacia abajo. Por eso distinguimos diferentes estantes según las necesidades alimentarias. Dicho esto, veamos dónde guardar los distintos alimentos empezando por abajo:
FRUTAS Y HORTALIZAS
Deben colocarse en los cajones de la base del frigorífico, guardados dentro de bolsas de papel o envoltorios de cera de abeja.
CARNE Y PESCADO
La carne y el pescado, y los alimentos crudos en general, deben colocarse encima del cajón de las verduras. En otras palabras, en el estante más bajo, que es también el más frío. Antes de guardar la carne en el frigorífico, lo mejor es sellarla en bolsas para alimentos, recordando que los cortes grandes de carne duran unos 2-3 días.
quesos y embutidos
Tanto el queso como los fiambres deben colocarse en la zona de frío medio, es decir, en los estantes centrales.
HUEVOS
Por lo general, los huevos se conservan hasta un mes y deben colocarse en el portahuevos de la puerta del frigorífico o en las zonas centrales.
POSTRES A BASE DE NATA
Deben almacenarse en el estante central.
AVANCES
Las sobras de la comida o la cena, en cambio, deben colocarse en los estantes centrales o superiores. Guarde las sobras en recipientes limpios con tapa y consúmalas en poco tiempo.
LECHE Y PRODUCTOS LÁCTEOS
La leche y el yogur deben colocarse en zonas menos frías, como la puerta o un estante más alto. Una vez abiertos, si son frescos, deben consumirse en 2-3 días. Además, la leche, el arroz y los productos lácteos pueden absorber olores: cierre bien el envase cuando los guarde en el frigorífico.
SALSAS, BEBIDAS, MANTEQUILLA
Van bien en la puerta de la nevera o encima, porque sólo necesitan una ligera refrigeración y se conservan mucho tiempo.
¿Sabías que…
El invierno nos proporciona un «efecto refrigerante» natural?
Al volver a casa después de hacer la compra, en los meses fríos podemos facilitar el enfriamiento de los alimentos sin coste alguno colocando bolsas y cajas de agua en el balcón o el alféizar de la ventana. Al cabo de un par de horas, habrán añadido tal temperatura que el frigorífico tendrá que hacer el menor trabajo, que sólo tendrá que mantenerlo frío. De este modo, el consumo de energía será menor y, por consiguiente, el impacto en la factura energética también.
Un compendio para tener a mano
Además de la correcta disposición de los alimentos en el frigorífico, hay otros trucos que pueden ayudarnos a maximizar su eficacia minimizando el consumo de energía y los tiempos de deterioro. Veamos juntos las normas que hay que tener siempre presentes:
- El frigorífico funciona mejor si el aire de su interior circula libremente. ¿Cómo podemos asegurarnos de que esto ocurra? Coloca los alimentos a cierta distancia unos de otros y no llenes demasiado el frigorífico para que no se peguen. Además, siempre dejamos algo de espacio en la parte inferior del frigorífico: esto permite que el aire circule también por allí y no se forme hielo;
- Cuidado con la formación de escarcha: el hielo es responsable de un aumento considerable del consumo y de los costes. Por eso, en general, conviene prestar atención y descongelar el frigorífico y el congelador cuando notemos que se forma hielo;
- Compruebe periódicamente que el frigorífico funciona correctamente y realice un mantenimiento regular. Lo ideal es vaciar y limpiar a fondo el frigorífico cada diez días, prestando especial atención a los restos de comida que puedan esconderse en los cajones de frutas y verduras y en la puerta;
- La temperatura del frigorífico para una correcta conservación debe rondar los 4 grados centígrados;
- El que se detiene se pierde: ¡no abramos la nevera y luego nos quedemos con la mirada perdida! Intentamos reducir al mínimo el tiempo de apertura y cerrarla lo más rápidamente posible para que la temperatura interior no aumente provocando un consumo de energía evitable.


