Cómo comer sano y en buena compañía durante las fiestas navideñas

Le Las fiestas navideñas son uno de los momentos más esperados del año para pasar tiempo con los seres queridos, compartir comidas y cenas de convivencia. Por eso es importante preparar platos sanos y equilibrados, pero sin renunciar al sabor: profundicemos en cómo vivir las fiestas al máximo también desde el punto de vista nutricional.

Ingredientes que no deben faltar en las recetas navideñas

En Navidad, es importante no imponerse reducciones drásticas en la mesa y no sentirse culpable si se come distinto de lo habitual. Para intentar comer sano, sin renunciar al sabor, hay ingredientes a los que no se debe renunciar, como las legumbres, los cereales integrales, las frutas, las verduras e incluso el pescado. Estos alimentos contienen mucha fibra y micronutrientes que ayudan a equilibrar las comidas según el modelo del plato saludable inspirado en la verdadera dieta mediterránea.

La importancia de hidratarse y frenar el consumo de alcohol

Durante todo el año, incluso en los meses más duros como las vacaciones, la hidratación desempeña un papel fundamental en el bienestar del organismo. Por ello, es importante beber unos dos litros de agua al día, ayudándose también de bebidas calientes, como tisanas e infusiones, preferiblemente sin azúcar añadido.

Además, no hay que subestimar el aporte energético de las bebidas alcohólicas: por tanto, es aconsejable moderar el consumo de alcohol para evitar ingerir calorías que no son funcionales para una dieta sana y equilibrada.

Palabra clave: equilibrio

Con demasiada frecuencia ocurre que la gente, después de comer más de lo habitual en Navidad, decide seguir con uno o más días de ayuno. En cambio, es aconsejable mantener un equilibrio y no vivir una comida más copiosa con sentimiento de culpa. De hecho, lo que afecta al bienestar de una persona no es la dieta que sigue durante un breve periodo de tiempo, sino el estilo de alimentación habitual que pone en práctica durante su vida diaria.

Cómo vivir la comida de Navidad

La comida de Navidad no debe ser un momento de estrés, sino de alegría compartida. Por esta razón, no hay alimentos que deban evitarse ni normas que deban seguirse estrictamente. En cambio, es la época del año para dedicarse a los platos tradicionales.

En este día festivo, es importante darse un capricho en la mesa, quizá con la previsión de evitar segundos o tris.

Cómo evitar el despilfarro

Durante las fiestas solemos cocinar muchos platos, pero hay que tener cuidado para evitar desperdicios y excesos innecesarios en la mesa.

Por ello, se recomienda prestar atención al tamaño de las raciones: en el caso de un primer plato como la pasta, con un menú que incluya unos entrantes, un plato principal y un postre, es aconsejable optar por una ración de 50 gramos por persona en lugar de los clásicos 80 gramos.

Además, las sobras pueden transformarse en deliciosas recetas: dar rienda suelta a la creatividad, utilizando lo que ha sobrado del día anterior, es una gran práctica y también depara maravillosas sorpresas culinarias… como alternativa, siempre podemos congelar algunas sobras.

Actividad física durante las vacaciones

El periodo navideño es ideal para bajar el ritmo y dedicarse tiempo a la actividad física. Después de las comidas, y preferiblemente durante las horas más cálidas del día, es aconsejable realizar algunos paseos por la naturaleza u otros tipos de actividad física para mantenerse metabólica y hormonalmente activo.

No a las dietas de bricolaje

No son los días festivos los que afectan a la forma física, sino que es la rutina alimentaria diaria la que marca la diferencia. Por eso, después de las comidas y cenas navideñas, es importante no someterse a dietas de adelgazamiento; el ayuno, en particular , puede ralentizar el metabolismo y aumentar la hinchazón y el hambre nerviosa.

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