¿Sabía que los quesos curados no contienen lactosa por naturaleza? Por lo tanto, las personas intolerantes a este azúcar las encontrarán perfectas para su dieta. Sin embargo, primero vamos a averiguar juntos qué significa intolerancia a la lactosa.
Intolerancia a la lactosa: ¿qué la provoca y qué la causa?
La intolerancia a la lactosa, presente en el 75% de la población humana, es el resultado de unaincapacidad para digerir la lactosa causada por la deficiencia de una enzima intestinal llamada lactasa, cuya finalidad es dividir la lactosa en dos azúcares: glucosa y galactosa.
El desdoblamiento permite que los dos componentes continúen su viaje por el intestino y se absorban sin problemas. En caso de deficiencia o ausencia total de lactasa, la lactosa no se digiere y permanece en la luz intestinal, donde es fermentada por la flora bacteriana.
Esta situación tiene consecuencias desagradables. Por ejemplo, la posterior recuperación de agua y la producción por el proceso de fermentación de gases y ácidos grasos de cadena corta. La producción excesiva de ácidos grasos y gases puede provocar meteorismo, flatulencia y distensión abdominal con dolor.
En este caso, la solución más recomendable es la dietoterapia, es decir, laexclusión de alimentos que contengan lactosa durante un periodo definido o de forma permanente, dependiendo de la forma de intolerancia.
¿Por qué los intolerantes a la lactosa pueden comer quesos curados? ¿Y qué quesos puede comer?
Pero no hay que preocuparse: sigue siendo posible comer y beber numerosos alimentos que contienen leche, como el yogur sin lactosa, la leche sin delactosa y los quesos de larga curación, que, gracias a su proceso de fermentación y maduración, no contienen lactosa por naturaleza.
Esto se debe a que, durante la fase de fermentación, las bacterias añadidas a la leche consumen la lactosa y la transforman en ácido láctico. Más tarde, con el proceso de maduración, la lactosa restante se «degrada» casi por completo. Evidentemente, cuanto más tiempo esté madurado el queso, menos residuos de lactosa tendrá.
Existen muchos quesos naturalmente sin lactosa, como el gorgonzola, el parmesano, el grana padano, el pecorino, el emmental, el taleggio y el provolone.
Además, el queso es un alimento excelente para introducir en cualquier dieta, ya que es rico en los principales nutrientes que el ser humano necesita para llevar un estilo de vida saludable, como las proteínas para los músculos y tejidos o el calcio para unos huesos sanos. Los minerales que contiene (como sodio, potasio y magnesio en buenas cantidades) también son esenciales para nuestro organismo.
Ahora que por fin sabe por qué los quesos madurados son adecuados para los intolerantes a la lactosa, la próxima vez que se encuentre ante un mostrador -con numerosos quesos delante- sabrá sin duda cuál elegir, sin encontrarse con problemas digestivos.


